El libro Mateo dice algo que los cristianos hemos leído muchas veces, pero no habíamos captado: que habrá no cristianos que serán salvos, y lo serán por haber hecho buenas obras. En Mateo 10. 41 dice que quien recibe a un profeta, recibirá recompensa de profeta; y en Mateo 10.42 dice quien le dé un vaso de agua a un discípulo de Jesús, no perderá su recompensa. Estos dos versículos están relacionados con las ovejas mencionadas en Mateo 25. 31-46.
En el juicio relatado en Mateo 25. 31-46, las ovejas son los no cristianos que ayudaron a los pequeñitos, o sea, a los profetas y a los discípulos mencionados en Mateo 19. 41-42. Por haberlos ayudado, ellos recibirán la misma recompensa que aquellos. ¿Cuál es la recompensa? Vivir eternamente sin sufrir, con la diferencia de que los pequeñitos serán reyes y sacerdotes en la Nueva Jerusalén con el Señor Jesús, y las ovejas vivirán para siempre en las naciones; los pequeñitos reinarán sobre las ovejas, y se cumplirá el plan de Dios mencionado en Jeremías 3. 17.
Según Mateo, en ese juicio serán juzgadas las personas no cristianas que queden vivas en las naciones después que el Señor Jesús se lleve a los cristianos a la Nueva Jerusalén, no menciona personas no cristianas resucitadas (Esto lo hace el apóstol Juan en los versículos 11 al 15 del capítulo 20 de su libro Apocalipsis). En el relato de ese juicio, en , los no cristianos que se salvan de ser condenados son llamados «ovejas» y los condenados son llamados «cabritos».
Las ovejas son también la nueva tierra de la que habló el profeta Isaías; los pequeñitos son los nuevos cielos. En el primer capítulo de su libro, Isaías llama «cielos» a los líderes de Judá (Isaías 1. 2) a quienes sarcásticamente también llama «príncipes de Sodoma» (Isaías 1. 10); al pueblo de Judá lo llama «tierra», y sarcásticamente lo llama «pueblo de Gomorra» (Isaías 1. 10). En el versículo 17 del capitulo 65 dice que Dios creará nuevos cielos y nueva tierra; estos serán los pequeñitos (los nuevos cielos), quienes no serán como los príncipes de Sodoma, y las ovejas (la nueva tierra), quienes no serán como el pueblo de Gomorra.
Cuando Juan habló del juicio a los no cristianos, mencionó a los no cristianos resucitados (Apocalipsis 20. 11-15); no mencionó, como hizo el autor de Mateo, a los no cristianos que estarán vivos todavía en el momento del juicio. ¿Acaso los no cristianos vivos y los no cristianos muertos serán juzgados en juicios distintos? Si son juzgados en un mismo juicio o en juicios distintos, no tiene mucha importancia; lo importante es que ambos grupos serán juzgados por el Señor Jesús y que finalmente el mundo quedará poblado por el Señor Jesús, los pequeñitos y las ovejas. Todos ellos serán inmortales como los ángeles; no habrá mas nacimientos ni muertes en el mundo, por lo que la población del mundo no variará.
Según el autor de Mateo, los los cristianos no serán los únicos salvos, también habrá no cristianos que se salvarán y tendrán vida eterna, con la diferencia de que los cristianos vivirán para siempre en la Nueva Jerusalén con el Cristo Jesús, donde serán reyes y sacerdotes, y los no cristianos vivirán para siempre en las naciones; los cristianos (los pequeñitos) serán los nuevos cielos y los no cristianos (las ovejas) serán la nueva tierra.
Dicho por escrito 