La aparición

Estaba Reinaldito en su casa. Era todavía un preescolar. Su madre, que preparaba el almuerzo, lo mandó a bañarse, tal vez para que la dejara cocinar tranquila.

Reinaldito se fué al baño, se quitó la ropa, y tan pronto se metió en la bañera, se le apareció un humanoide que tenía razgos de reptil. Reinaldito se quedó inmóvil y mudo, y el humanoide también.

La aparición duró unos cinco segundos. Cuando desapareció, Reinaldito pudo hablar y moverse. Salió corriendo a decírselo a su mamá, pero ella no le dio importancia y le dijo que se fuera a bañar.

Él volvió al baño, se bañó, y el humanoide no volvió a aparecer.

Recuerda Reinaldito, que ya está en su tercera edad, que el humanoide era un poquito más alto que él, no tenía ropa, era gris verdoso, escamoso, muy musculoso, y no tenía genitales (ni masculino ni femenino); que por su estatura, musculatura e inmovilidad, posiblemente el humanoide no era adulto y estaba tan sorprendido y asustado como él.

Fue siendo un sexagenario que Reinaldito, como su madre siempre lo llamó, por primera vez leyó acerca de los reptilianos. A él nadie le puede decir que los reptilianos no existen, porque él vió uno de cerca.